Comiendo y tomando
Fases de la vida > a partir de los 18 meses
El siguiente paso podría ser ampliar su mente y sus papilas gustativas. Aprovecha la oportunidad de acostumbrar a tu hijo a una alimentación sana desde una etapa temprana.
Cuando tu hijo cumpla los dos años, ya puede empezar gradualmente a compartir la comida con el resto de la familia. Ya puedes utilizar una selección apropiada de platos para acostumbrar a tu hijo a comer de manera saludable. ¿Pero cuál es la selección apropiada de platos?
La comida que sirves debe, por supuesto, satisfacer las necesidades nutricionales de tu hijo tanto en términos de cantidad como de ingredientes. Debe favorecer su crecimiento y desarrollo, además de ayudarle a prevenir las infecciones. Pero también es importante asegurase de que las comidas sean sabrosas. Asegúrate de que recibe todos los nutrientes importantes que necesita haciendo que los platos sean atractivos para su paladar y que comer sea divertido.
Si inmediatamente a tu hijo no le gusta el sabor de algo, vuelve a ofrecérselo otro día (y otro día, más adelante). Como se suele decir, el apetito viene comiendo, o bien en otro momento. Nunca debes forzar a tu hijo a comer algo, o a dejar el plato limpio. Tu hijo ya sabe muy bien cuándo ha comido suficiente. El consumo de comida de tu hijo aumentará y se reducirá en función de su personalidad, su estado de ánimo ese día en concreto y de la etapa del desarrollo en la que se encuentre.
Los niños que se crían con una dieta saludable y variada tendrán una base sólida para el resto de su vida. De hecho, por lo que respecta a la alimentación, hay que acostumbrar a los niños cuando son pequeños. Hay estudios que demuestran que, si a un niño se le ha introducido un alimento y lo ha disfrutado en una etapa temprana, le seguirá gustando más adelante.
Por lo tanto, los alimentos como las frutas y verduras deben ser la base de la alimentación de tu hijo y deben incluirse en todas las comidas, junto con modestas porciones de carne y algunas grasas benignas en pequeñas cantidades. También es muy importante que tu hijo beba bastante líquidos, al igual que los adultos.